miércoles, 8 de abril de 2009

Por qué escribo?

Porque...

Moviendo la muñeca a golpe de cerebro, la pluma escupe tinta sobre el papel, creando un todo llamado escritura.

Y la arena del reloj del tiempo se detiene, fluyendo las palabras como agua de cascada, limpias y bulliciosas.

Si la musa te visita... todo es fácil, si te esquiva... no hay remedio. La arena cae y el tiempo pasa

martes, 7 de abril de 2009

Este es mi primer intento de comunicarme a través de la red.

Debo agradecérselo a El Pato, que con concisas pero bellas palabras, me ha ayudado a dar el paso.
Algo que ver, también tiene, El Neno, que con unas cuantas correcciones de un texto, me ha hecho ver que puedo aportar algo con mis letras.

Gracias a ambos por estar cerca.

Llanto a Lorenzo

Y así llegó a mi vida, con calma, como la brisa en primavera, como un ola a la orilla, con calma y serenidad.

Así fue y así lo recuerdo.

Llegó en un momento complicado, la adolescencia, pero con su tranquila voz, supo aullentar la rebeldía de aquella insignificante criatura que era yo por aquel entonces, como con una barita mágica, sus toques de palabras sobre la vida, penetraron y quedaron en mí.

Así fue y así lo cuento.

Y no es que abriera sus conocimientos de inglés para encauzar mi obstinación sino que en aquellos cortos encuentros, me hizo ver lo importante de los estudios en una persona. Consiguió despertar el interés hacia aquella lengua que iba a ser mi futura independencia.

Así fue y así lo comparto.

Aunque pequeños y cortos encuentros, en casa crecí escuchando lo magnífica persona que era, y no me hacía falta escucharlo porque aquella magnificencia, aquella bondad, saber estar, pulcritud y discreción quedaron en mi mente desde el primer momento que nos cruzamos.

Así fue.

Y con el tiempo, pasados los años pero no borrado su recuerdo volvió a cautivarme con su voz, esta vez leyendo un poema de Gibran Kalil, aquella voz tan segura interpretando al Profeta me hizo volver al pasado, echando la vista atrás, volví a recordar sus sabios consejos, su filosofía acerca de la vida y los momentos compartidos.

Así es y así lo confirmo.

Y más tarde volvió a estar cerca de quien estaba a su lado, mi padre, volvió a cautivar leyendo en la despedida de mi padre del instituto y aunque no pude compartir ese momento con ellos, ojeando el manuscrito volví a recordar su voz. Penetrable y segura.

No sabría decir si él recordaría todo lo que buenamente, hizo por mi, me gustaría pensar que sí, lo que sí puedo decir es que fue una persona que dejó huella dentro de mí.

Así es.